113 Noten, no hay nada mejor que Dios le pudiera dar al hombre, aparte de la salvación, que una buena esposa. No hay ningún hombre que puede consolar, ninguna—ninguna persona que pueda consolar a una persona, cuando está cansado, no confía en nadie más como en su propia esposa. Y qué afortunados son Uds. hermanos, al tener una buena esposa que es limpia y honesta, y moral, y Ud. puede llegar cansado y agotado y sentarse y ella le puede hablar. Ella puede hacer más con Ud. que cualquier otra persona. Correcto. Ella es una joya. Ella es una reina.
63-0623E - La Destellante Luz Roja De La Señal De Su Venida
Ese día 01/06/2019, muy emocionada viajé hasta Pereira, para presenciar la boda de mi querida Sara, a la cual hacía un par de días le había hecho una entrevista, siendo la primera historia de este blog. Fue una tarde soleada, naranja, bellísima, donde la naturaleza fue la protagonista, estoy segura que en alguna parte se podía apreciar un imponente arcoiris, , en medio de flores , cartelitos y detalles de frases bíblicas sobre el amor... se encontraba una puerta con un estilo vintage con flores en la parte de arriba, que demarcaban la entrada de los invitados al lugar, pero también de los futuros esposos...
Una suave melodía de fondo, un altar hecho con troncos de árbol, muy delicadamente adornado de flores, entre hortensias y rosas de varios colores pasteles, blanco, naranja, fucsia y salmón.
Se escucha el violín que hace una armoniosa entrada y empieza la banda completa a tocar "Grande es el amor de Dios"... el maestro de ceremonia, su tío, inicia la presentación, hasta que Sara en representación de esa novia del Señor Jesucristo que va al encuentro de su amado, entra con su hermoso vestido blanco, del brazo de su padre, cantando una hermosa canción para él, su prometido, la compuso ella misma, inspirada en ese amor de Dios reflejado en Felipe, a pesar que se quiebra su voz por un corto instante, conmueve a cada uno de los invitados allí presentes, lágrimas de emoción y alegría recorren las mejillas de muchos...
Su padre hace entrega de la bella novia a su futuro esposo, todos están a la expectativa, uno de los pastores hace una corta intervención y menciona que ese hermoso atardecer que Dios les regaló a los novios y a nosotros que vivimos ese mágico momento, era una escena similar a una tarde en el huerto del Edén cuando Dios unió a Adán y Eva en la primera ceremonia matrimonial.
"Amados, estamos aquí reunidos en la Presencia de Dios, y antes de esta congregación, para unir a este hombre y a esta mujer en el matrimonio santo, el cual es declarado por San Pablo como honorable ante todo el hombre. Por lo tanto, ninguno debe entrar en esto, sin consejo ni ligeramente, sino reverentemente, discretamente, sobriamente y en el temor de Dios"
63-1201X - Ceremonia Matrimonial
Entre ellos hay un par de risas nerviosas, cruce de miradas profundas, de gratitud al Señor Jesucristo por haberlos cruzado en el camino, por haberlos hecho a la medida; Felipe toma tímidamente la mano de Sara, ella sonríe y escuchan nerviosos pero atentos cada palabra que el padre de ella va diciendo en su ceremonia matrimonial; ya en el altar de la Palabra no hay duda, es solo la confirmación delante de muchos testigos que Dios fue el arquitecto de su historia, de cada parte de ella, desde el inicio y solo Él conoce el camino que deben recorrer...
Los colores hacen parte de esta historia, entre el verde de la naturaleza, el atardecer rojizo, y los colores pasteles de las flores especialmente colocadas para la decoración, arman un conjunto inolvidable, no sólo para los novios, sino para nosotros los espectadores que miramos desde varios ángulos como testigos de esta bella unión, anhelando que nuestro Señor Jesucristo siempre sea el Huésped de Honor en su hogar, como se los menciona su padre, que a pesar de las circunstancias bellas y no tan bellas de su nueva etapa puedan ser felices, como se establece en 1 Corintios 13 sobre la preeminencia del Amor.
Se arrodillan en un mismo corazón con un mismo sentimiento... esa escena nos recuerda las tres personas que deben habitar en el hogar, la pareja; Felipe y Sara en un constante altar familiar y el Señor Jesucristo, como invitado principal.
La ceremonia matrimonial tiene una serie de símbolos especiales que acompañan y confirman la unión, el primero: cruce de argollas matrimoniales. "Desde tiempos inmemoriales el anillo ha sido utilizado para sellar pactos importantes". Para sellar esta unión matrimonial... que este pacto sea para siempre sagrado.
Su padre hace una oración por ellos, lee la bendición sobre ellos y los declara esposo y esposa. Ahora si se le es permitido a Felipe levantar el velo de su esposa, y aquí aparece el segundo símbolo: el primer beso, es el símbolo de amor y amistad... representa el cruce de glándulas que traerán hijos para redención. Se miran, se vuelven cómplices en el cruce de miradas nerviosas pero felices y queda escrito en su historia como su momento especial, ahora sí son marido y mujer...
"35 Observamos, por ejemplo, el matrimonio como unión. Encontramos que el matrimonio; tenemos el noviazgo, y los acuerdos, y luego el matrimonio. Entonces así queda concluido para todo el tiempo. Ahora, es lo mismo con Cristo y la Iglesia ¿Ven? Un noviazgo, Dios llamando a nuestros corazones; nosotros nos rendimos, la ceremonia de matrimonio; y la Novia toma el Nombre del Novio. ¿Ven? ¿Ven? ¿Ven? Allí está, eso forma la Novia. Ahora, la novia siempre toma el nombre del novio."
62-0909M - Cuenta Regresiva
Y hay un tercer símbolo que llama mi atención y es el lazo el cual es colocado sobre los hombros de ellos de forma cruzada representado el número 8, lo cual es símbolo de Eternidad, es el círculo que representa la Unidad entre Dios, el hombre y la mujer.
Y finalmente la salida triunfal, la emoción los embarga, esa sensación de felicidad, entre los aplausos de todos, todos queremos ver a los novios, que sonríen, se miran, levantan sus manos en forma de regocijo, y esa satisfacción, de que valió la pena la espera y confiar en el Señor que Él tiene el control de cada cosa y siempre tiene lo mejor para sus hijos; aún la distancia que los separaba, no fue impedimento para desarrollar una relación sólida donde la base es nuestro Señor Jesucristo, y ahí es donde te das cuenta que sus hilos estaban unidos más allá del tiempo, y que sólo ellos y Dios se pertenecen para siempre.
9 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.
10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero !!ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
11 También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo?
12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
Eclesiastés 4:9-12
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