¡Nuevos comienzos!
- Karen Stefanny Jama
- 11 feb 2020
- 2 Min. de lectura

Cuando era una estudiante de secundaria me alegraba demasiado por el nuevo año lectivo, porque sabía que tendría uniforme, mochila y cuadernos nuevos. Lo más emocionante era empezar un nuevo ciclo escolar, planteándome nuevas metas, conociendo nuevas personas, y teniendo la oportunidad de cambiar actitudes y comportamientos, si así lo decidía, era como si me dieran una hoja en la que solo está escrito mi nombre y lo demás corría por mi cuenta; las letras ahí plasmadas dependerían de mí, de lo que decidiría para mi vida durante ese ciclo escolar. A medida que pasaban los meses, los cuadernos nuevos ya no estaban tan lindos como al inicio, porque simplemente los usaba a diario y dejaba de tratarlos con cariño, es más, ni siquiera me percataba que estuvieran casi perfectos, así mismo me olvidaba de las metas que me había planteado y todo volvía como años anteriores, empezaba bien y conforme pasaban los días todo se volvía rutinario y olvidaba lo que era importante.
Al comparar este proceso con la vida es totalmente similar, al inicio de cada año nos planteamos metas que queremos cumplir, objetivos que deseamos alcanzar y sueños por los que lucharemos a diario, todo esto con la esperanza de que se cumplirán, pero lamentablemente al pasar los meses, muchas veces olvidamos todo lo que dijimos aquel 31 de diciembre cuando el reloj marcaba las 12, nuestra memoria se formatea y borramos información.
Me pregunto ¿por qué este fenómeno es tan común en muchas personas? Quizás porque les falta determinación, o tal vez porque la rutina se apoderó de ellos, o porque vieron sus sueños tan inalcanzables, o porque alguien les dijo que soñar era perder el tiempo; y así nuestra hoja en blanco del inicio de año queda a medias y sin tachones, porque tuvimos tanto temor de equivocarnos que empezamos a escribir con lápiz para luego borrar lo que creíamos que estaba mal y nuevamente escribir cuidadosamente, como dando a notar que no nos equivocamos.
Quiero decirte que no está mal equivocarte, no está mal cometer errores, éstos son los que te forman el carácter y definen tu personalidad, cada experiencia vivida es una lección de vida que merece ser atesorada, así cuando volvamos a enfrentarnos a algo similar sepamos qué hacer al respecto. Así que no tengas temor de escribir con lapicero tu historia, no importa si te equivocas y tienes que utilizar corrector, no importa si tu cuaderno está lleno de errores, éstas notas tachadas con corrector dirán al lector cuán fuerte has sido durante tu trayecto, nos contarán cuantas veces te equivocaste y luego enmendaste tu error, nos dirán que mientras más errores hayas cometido mayor cuidado tendrás en el futuro y nos dirán que ahora eres una persona renovada.
Empieza a escribir tu historia con lapicero o marcador permanente, da igual, lo importante es que te apresures a hacerlo sin temor a equivocarte, porque para eso estamos aquí, para vivir, equivocarnos y aprender.
Feliz inicio de año.
Con amor,
Karen
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