" En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores" Salmos 31:15

¿Alguna vez te reprochaste por llegar temprano a cierto lugar, porque la espera es larga y te impacientas, ¿O te lamentaste por llegar tarde a una cita importante, porque cuando arribaste a ese lugar ya no había nadie?
De la misma manera sucede con Dios y su perfecto tiempo para quiénes esperamos y confiamos en Él. Nada puede adelantarse o suceder de la forma en que nos gustaría que se llevaran a cabo nuestros deseos, porque Dios quién nos creó sabe que no estamos preparados para disfrutar lo que pondrá en nuestras manos.
Él ya diseñó un plan para ti y para mí, y está paciente esperando para darte lo que has pedido, para responder aquella oración que has elevado en desesperación o para bendecir tu vida de obediencia.
Una de las cartas de amor que Dios nos dejó en su palabra en el libro de Eclesiastés 3 dice: “todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”, ¿por qué desesperar, llorar o correr cuando tenemos la certeza de que Él no se tarda o se adelanta? Él siempre llega a tiempo.
Que el tic tal del reloj no te haga perder de vista el objetivo que nuestro Creador ha preparado para ti, porque la espera es amarga, pero sus frutos son dulces.
Dios les bendiga!
Comments